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miércoles, 30 de septiembre de 2009

Exposición Ray Harryhausen .Fundación Luís Seoane. A Coruña.

 A principios del verano de 2009  Asier Mensuro me comunicó que  tenía gestionada  una exposición sobre Ray Harryhausen   en la Fundación Luís Seoane en La Coruña. Yo ya había colaborado con él en otras exposiciones, especialmente en las del maquetista Emilio Ruiz del Río. En esta ocasión Asier me dijo que tenía previsto exhibir las figuras originales de Harryhausen y había pensado  reconstruir algunos escenarios en miniatura para estas figuras. En otras ocasiones había trabajado con Antonio Garcinuño para Asier y en esta, tendríamos  la tarea de crear dioramas para que las figuras no estuviesen  simplemente expuestas en una mesa con una vitrina. El proyecto parecía muy prometedor. Yo he sido siempre un gran seguidor de la animación fotograma a fotograma y obviamente el cine de Harryhausen es  y será siempre uno de mis referencias fundamentales. Pasaron unos meses  a la espera de recibir   el pistoletazo de salida para empezar a construir, pero a finales de verano Asier me llamó para darme la mala noticia. No había presupuesto para crear los dioramas. En un momento mis esperanzas se desvanecieron. La oportunidad de trabajar en la primera exposición de las obras originales de Harryhausen parecía escaparse de mis manos. Aquello no podía ocurrir, así que pensé rápido que podría ofrecerle a Asier. Debía ser algo barato pero espectacular.  Uno de los materiales más económicos  en escenografia es el porexpan. Así que pensé en ofrecerla una talla en este material. Pensando en las criaturas de Harryhausen  se me ocurrió que debía ser algo sencillo con no demasiados detalles, para que pudiese  realizarse en poco tiempo, con materiales básicos y mantener de esa forma el presupuesto bastante ajustado. Se me vino a la cabeza Talos el gigante de bronce de “Jasón y los argonautas”. Llamé a Asier y le propuse hacérselo en porex y madera por un precio muy asequible.  Al día siguiente me llamó para decirme que aceptaban.  Hablé con Antonio para ver si quería colaborar y encargarse de la construcción de la base de la estatua. Había poco dinero, pero Antonio es otro fan de Ray y aceptó.

Normalmente antes de comenzar a tallar en porex suelo realizar algunos bocetos. pero en este caso no hizo falta. Tenía muchas imágenes de referencia de la figura que iba a tallar. Capturé  varias imágenes de la película. No solo de Talos en su posición inicial que es como había pensado tallarla, también lo hice de otros momentos de la película en los que se mueve y se aprecian los detalles de su escasa vestimenta, las sandalias, el taparrabos, el casco, etc. 
Sobre un bloque de Porexpan dibujé la silueta de la figura en posición agachada y con hilo caliente fui recortándola.   Seccioné los brazos para trabajarlos por separado. Y el cuerpo lo corté por la cintura. Después con cuchillo fui afinando hasta llegar casi a la talla final. 






Con rasqueta y lija desgrané el porexpan hasta  conseguir la figura deseada.  Fui avanzando poco a poco en las diferentes partes: los brazos,  las piernas y cadera, y le torso y cabeza.

Mientras tanto Antonio había  tomado las medidas para construir la base sobre la que se sostiene la estatua. Cortó las piezas y las armó solidamente. La estructura debía ser fuerte pero ligera. La figura de porexpan no pesaría mucho,  y tampoco debía hacerlo la plataforma, pero si tenía que ser consistente para el trasporte y aportar solidez a la pieza.
Según la figura avanzaba  y Antonio montaba la plataforma,  fui subiendo la escultura  de porex y sujetando provisionalmente las  diferentes piezas para ver si la posición era la correcta y poder corregir los errores. 








Por otra parte  corté una silueta de la espada en madera y la recubrí con planchas de porexpan. Una vez pegadas, recorté y lije hasta llegar al grosor deseado. La espada debía estar fuertemente asida al brazo, sino corría el riesgo de que en el trasporte, o al ser toqueteada por el público se quebrase.  Hice un agujero en la mano de porexpan vaciando el espacio donde meter el mango de madera de la espada. Una vez rellenado de espuma de poliuretano, espada y brazo quedaron fijados.




Para crear los detalles de las sandalias utilicé unas tiras de un material plástico parecido al neopreno de un grosor aproximado de un centímetro.  La cabeza la tallé independientemente del tronco y una vez terminada la volví a pegar colocándole una varilla de metal en el interior para reforzar la unión.


Lo mismo hice al pegarle los brazos que debían quedar fuertemente sujetos al torso. El brazo derecho, además  estaba pegado también a la altura de la mano, con la pierna derecha a la altura de la rodilla. 
La figura una vez terminada la talla, le di una mano de pintura plástica y  fibra de vidrio. Este material se vende, según sus aplicaciones, en diversos grosores y formas. Para estas tallas lo más conveniente es usar la fibra de vidrio en su modalidad más delgada, conocida como velo. Un par de manos de velo y pintura plástica para exterior y la pieza adquirió  cierta firmeza y solidez.  A la pintura le añadí un poco de colorante para poder apreciar mejor su aplicación.  



Una vez terminada la figura con los retoques pertinentes para realzar algunos detalles,  pasé a pintar la estatua con una base pintura con tono de bronce una patina de envejecimiento verdosa. Con las referencias de la película,  pinté la escultura y  con los mismos tonos le dimos una mano a la base. 




Una foto mas, aun queda darle la ultima mano de pintura y terminar de patinar el pedestal que también irá en bronce.


Un fotograma de la pelicula.

Fijamos la figura sobre la base con unos pasadores de madera que unían los pies y la rodilla izquierda con la madera de la peana. Una vez fijado y bien sujeto, se le dieron los últimos retoques  de pintura y sacamos la figura a la calle para verla bajo la luz directa del sol. Sacamos unas cuantas fotos intentando buscar  un ángulo cercano al de la película. El parecido con el de Harryhausen era bastante cercano.


Asier y los de la Fundación Luís Seoane quedaron encantados y nosotros también. Tanto les gustó que Asier nos pidió un par de trabajitos más para la exposición.

 Usamos las piernas de una estatua gigante que habíamos realizado para la exposición de Emilio Ruiz en la que se mostraba un trucaje de la película “Red Sonja”.  En este caso se hizo el mismo truco de perspectiva pero con el cuerpo de una figura de Harryhausen. La elegida fue Kali, que aparece en “El viaje fantástico de Simbad” Modelé en barro el relieve de la figura según aparece en la película.


Antonio hizo el molde y la reproducción en fibra de vidrio y resina de poliéster. Lo pintamos de color granito y  se le añadieron las seis espadas en miniatura.



Una vez en La Coruña, Asier y yo colocamos las piernas gigantes y colgamos la figura de Kali frente a una pequeña cámara de vigilancia haciendo que coincidiesen los dos elementos. El truco funcionó correctamente.


También me pidió Asier un trabajito más. Quería que el público de la exposición pudiese experimentar con sus propias manos lo que era la animación fotograma a fotograma.  Con un ordenador y una cámara Web y un programa de animación es muy sencillo. Asier quería representar algo parecido a un escenario de la película “ Animal World”. Montamos un mini escenario, que era en realidad uno de los dioramas que usamos para la exposición de Emilio Ruiz. Modelé un  estegosaurio en resina epoxi parecido al que aparece en la película y colocamos una pieza de metacrilato transparente entre la cámara Web y el diorama.



En esta superficie pinté un barranco en primer termino y parte del fondo de montañas siguiendo la referencia de un fotograma de dicho film. De esa forma, la cámara obtendría una imagen algo parecida al escenario de la película de Harryhausen y O´Brien.




 Por lo que me han contado fue todo un éxito, aunque el dinosaurio que modelé duró poco. La gente lo manipuló para que corriese, se arrastrase, saltase y se despeñase por la montaña. Apenas una semana después de le inauguración el pobre dinosaurio se había extinguido. Ya lo habíamos imaginado y le dije a Asier que lo ideal sería comprar en una tienda de chinos unos cuantos dinosaurios de plástico  para ir reponiendo las bajas.  Así lo hicieron y el público pudo jugar a gusto con los monstruos sin problemas por si se rompían o desaparecían.

Todo aquello resultó en un trabajo muy gratificante y que me aportó una gran satisfacción personal por contribuir en  algo a la exposición de uno de mis artistas favoritos. Poco después tendría un motivo mas  para la satisfacción. Asier me llamó para decirme que con motivo de la celebración del 90 cumpleaños de Ray Harryhausen, el London  Film Museum quería hacer un acto especial  para el maestro de la animación y les habían pedido la figura del talos.   Con lo cual nuestra figura de porex viajó a Londres y estuvo presenta en aquella celebración con invitados tan especiales como el homenajeado Ray Harryhausen, Peter Jackson, Rick Baker, Dennis Muren, Randy Cook, John Landis, Terry Gilliam,  Colin Arthur, y un largo etcétera de artistas y técnicos.



Lastima no haber podido asistir  personalmente.  Habría sido una ocasión única e irrepetible. De todas formas, allí estaba nuestro Talos como representante de los artesanos y técnicos españoles que tanto  y tan  profesionalmente  aportaron a sus películas. Lastima que a la organización del evento no se les ocurriese la idea de haber invitado a alguno de sus colaboradores españoles más cercanos, que no habrían desentonado absolutamente nada entre aquel elenco de  grandes artistas.

Antonio y yo posando orgullosos ante el Talos.