Buscar este blog

lunes, 4 de marzo de 2019

Daganzo un pueblo de Cine

Encontré en Internet la noticia de que el ayuntamiento de Daganzo estaba buscando  información sobre los antiguos estudios de cine y poblado del oeste que  durante más de una década estuvieron en las afueras de este pueblo madrileño,  para hacer una exposición homenaje.  Pensé que yo les podía ayudar en algo. No en vano entré en el mundo del cine gracias a Juan Piquer que fue dueño de esos estudios y tenía fotos del antiguo poblado del oeste.
Me puse en contacto con Juan Fernando Corrales, el concejal de Juventud, el impulsor del proyecto y  comencé a colaborar con ellos  en cuanto vi la posibilidad de hacer un pequeño homenaje a Piquer.
Aparte de darles toda la información que tenia sobre el tema, dejarles las fotos y ponerles en contacto con otros profesionales que yo conocía que habían trabajado allí, mi colaboración se fue centrando en la exposición.
Primero con la realización de una maqueta del  poblado del oeste. Para ello capturé un montón de imágenes de varias películas y me di cuenta de que el  decorado  había ido cambiando con los año. Finalmente que hice  una versión  inexistente, ya que  coloque elementos que no habían estado juntos  en la realidad y reconstruí una  réplica del poblado lo más completa posible  añadiéndole los edificios que se fueron construyendo en unas películas  y dejando los que desaparecieron en otras.










También quería JuanFer entregar una pequeña pieza, un premio, homenaje a personas destacadas de la historia de los estudios de cine de Daganzo. Me pidieron, creo que 25 copias de una pequeña reconstrucción de las ruinas del poblado. De lo poco que quedaba en pie eran las paredes de la antigua iglesia. Lo modelé y saqué las copias en resina pintándolas de bronce.

En la exposición,  Antonio Garcinuño y yo colaboramos prestando  algunas de las piezas que Piquer  nos dio unos años antes de irse a Valencia.  También pinté dos réplicas de maquetas  pintadas en chapa de Emilio Ruiz que realizó para películas rodadas en  los estudios de Daganzo.



Como colofón de todo ello me ofrecieron dar una charla sobre la historia de los efectos especiales.  Preparé una presentación con imágenes y algunos videos y llevé  de muestra para el público algunas armas trucadas y piezas de látex y espuma flexible para mostrar.


Fue mi primera colaboración con el ayuntamiento de Daganzo, que no sería la última.